Prestamos atención a nuestro bienestar y estética pero priorizando ciertas partes del cuerpo como por ejemplo, la espalda, mal común de gran parte de las personas ya sea por exceso de trabajo, estrés o sedentarismo, u otras como piedra angular de nuestra imagen: cara y pelo.
Descuidamos, sin embargo, otros como nuestros pies, imprescindibles pues una persona en total, al final de su vida, llega a caminar unos 150.000 kilómetros. Los pies albergan alrededor de una cuarta parte de los huesos de todo el cuerpo y en total tienen 40 músculos, y aunque no lo creas caminar descalzo trae sus beneficios, que te contamos a continuación:
- La planta del pie es una de las regiones de nuestro cuerpo que tiene más terminaciones nerviosas y que se comunican con el resto del organismo, por ello, al caminar descalzos estimulamos el normal funcionamiento de distintos órganos, además nos permite equilibrarnos interiormente y podemos relajarnos y liberar el estrés acumulado durante el día.
- Nos ayuda a estimular la circulación sanguínea y se activa la importante red venosa de la planta del pie, es más, si el paseo se realiza sobre agua fría, pasto húmedo, en un río o en el mar, la caminata es todavía mucho mejor y más energética. Gracias a los meridianos de acupuntura y a otros chakras situados en los pies, los órganos pueden recibir la energía magnética de la tierra, lo que significa que la mayoría de los grandes conocedores de la historia del mundo hayan andado descalzos.
- Es bueno estar sin zapatos varias horas al día (lo máximo que te permitan tus actividades y obligaciones cotidianas), porque así podrás desbloquear las emociones contenidas que luego pasan a ser ansiedad, depresión o hasta enfermedades.
Por diferentes motivos, como climáticos, culturales y por cuestiones de comodidad debemos proteger nuestros pies aislándolos del suelo pero no hay que olvidarse de darles un tiempo de libertad y no basta con estar descalzo sólo mientras dormimos.
Caminar descalzo por algunas horas al día en una superficie limpia como es el interior de nuestra casa o nuestro patio tiene beneficios para la piel, nos ayuda a descansar de los zapatos ajustados y los tacones en el caso de las mujeres. Si caminamos en la arena fina, estaremos masajeando los pies, relajando los músculos y también liberándonos de impurezas. ¡Es como si fuéramos a un centro de belleza y aprovecháramos las ventajas de la exfoliación!
Fuente: mejorconsalud.com