La dermatitis atópica es una enfermedad de la piel que causa inflamación y picor y que se manifiesta con eccemas en zonas concretas del cuerpo. La piel de los niños que sufren el trastorno es más débil y sensible y por ello su cuidado es fundamental para mantenerla sana y conseguir que la aparición de eccemas se reduzca al mínimo posible.
Entre los principales síntomas de la dermatitis atópica, encontramos la aparición de erupciones cutáneas o ampollas que supuran líquido con el rascado y que, finalmente, acaban formando costras. Ante tal situación, es fundamental evitar rascarse el eccema ya que de lo contrario podría derivar en zonas de piel en carne viva y lesiones cutáneas de mayor gravedad.
A continuación se enumeran algunos consejos para aliviar los síntomas de la dermatitis atópica.
En el baño
Cuando nos bañamos, además de limpiarnos, también estamos eliminando sustancias irritables o bacterias. Es muy importante el uso de jabones especiales para las pieles secas (jabón ácido) o mejor aún para las pieles atópicas, pues es mejor forma de hidratar correctamente este tipo de piel.
Respecto a la duración del baño, no debe alargarse más de 5 ó 10 minutos para evitar que se reseque aún más la piel, y además se recomienda hacerlo con agua templada.
Al secarse, se debe evitar frotar la toalla con la piel. A posteriori, es imprescindible una buena hidratación aplicando crema adecuada. Si la piel es muy seca, se recomienda usar crema más de una vez al día.
La ropa
La mejor tela para usar es el algodón, cuyo lavado debe hacerse con jabón neutro y evitando la lejía. Si además procuramos que la ropa no sea muy ajustada y abrigarnos mucho para no sudar, conseguiremos evitar la irritación y los molestos picores.
Qué hacer con el picor
Aunque parezca inevitable, se debe evitar rascarse y además tener siempre unas uñas cortitas para no hacer daño si lo hacemos inconscientemente. Para procurar no hacerlo durmiendo, puedes usar unos guantes de algodón.
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Fuente: www.salud.uncomo.com