“Saludable: Que es bueno o beneficioso para la salud o que la proporciona”. Eso es precisamente lo que buscamos cada día un mayor número de personas. Sacrificamos pequeños caprichos alimenticios por otros alimentos que contengan ese adjetivo, que aporten ese beneficio a nuestra salud, e igualmente, perseguimos lo mismo también con la práctica de deporte, el descanso mínimo establecido, etc. En definitiva, buscamos un equilibrio que nos permita sentirnos bien por dentro y por fuera, tanto física como psicológicamente.
En este sentido, y puesto que esta semana hemos dedicado nuestras publicaciones al placer y bienestar que puede aportar un baño de sales naturales, queremos seguir recopilando consejos saludables que nos equilibren como pueden ser la alimentación y la práctica de ejercicio. ¿Seremos capaces de adoptar una rutina saludable este otoño? ¿Por dónde empezamos?
- Come bien: esto no significa “bien” de cantidad, sino de variedad y calidad con la frecuencia adecuada. Nuestra dieta diaria debe contener principalmente elementos alcalinizantes, es decir, aquellos que regulan la acidez para poder tener un sistema inmunológico fuerte y prevenir enfermedades. Es el caso de las frutas y verduras. Y evitar en la medida de lo posible el exceso de alimentos ácidos (carne, pescado, lácteos y grasas) a favor de otros neutros que pueden incluir grasas naturales como el aceite de oliva, legumbres y huevos.
- Beber dos litros de agua al día es otro pilar fundamental. Su consumo se hace más recomendable al levantarse para hidratar el organismo, antes y después de hacer deporte, en las comidas y entre las mismas.
- Para que los efectos de un equilibrio interior puedan apreciarse en mayor medida, debemos aportar también a nuestra piel la higiene e hidratación que necesita.
- Múevete, al menos da 10.000 pasos al día. Sí, eso que para muchos parece una moda, en su día fue una recomendación de la OMS (Organización Mundial de la Salud) tras comprobar el creciente sedentarismo de la población y las consecuencias negativas para la salud de esto. Por ello, se considera que cada persona debe caminar al menos 10.000 pasos diarios para considerarse un ejercicio saludable. Por supuesto esta cantidad varía dependiendo, por ejemplo, de la altura de cada persona. Pero considerémoslo algo orientativo e imprescindible en nuestra “rutina saludable” más aún si no practicamos ningún deporte o ejercicio adicional. Y ¡ojo!, estos pasos deben tener un ritmo activo de unos 6km/hora, no sólo pasear como si fuésemos viendo escaparates o tonteando con el móvil.
Si aplicamos estos consejos dentro de una rutina diaria, en un corto período de tiempo notaremos ese equilibrio que todos buscados y un bienestar personal que nos motivará a seguir con estas prácticas. ¡Ánimo!