En otras ocasiones hemos tratado el tema del embarazo ofreciendo consejos para los cuidados adecuados. Igualmente hoy queremos recordar a todas aquellas futuras mamis cómo deben actuar para sentirse bien durante esos bonitos nueve meses.
Como es sabido, las embarazadas están vetadas del uso de determinados productos que puedan afectar al feto, por ello, nosotros queremos aportar una serie de recomendaciones usando cosmética natural, la mejor forma de cuidarse, y aconsejamos retirar de vuestro neceser productos que contengan metales y retinol.
Las variaciones hormonales y la evolución del embarazo hacen que la piel se vea expuesta a un duro cambio, en muchas ocasiones tendiendo a resecarse y deshidratarse, además de la aparición de las temidas estrías, varices y otras irritaciones provocadas por problemas en la circulación sanguínea.
Para evitar todo esto, vamos a tratar de mencionar los problemas más habituales junto con las recomendaciones para su alivio y bienestar:
– Estrías: antiestéticas y odiadas por las mujeres, es fundamental la prevención antes de que aparezcan pues, una vez que aparecen, es muy difícil hacerlas desaparecer por completo.
Controlar el peso dentro de nuestras posibilidades y adoptando hábitos de hidratación como: evitar duchas muy calientes, sino con agua tibia e incluso fresca al final para también mejorar la circulación, combinando con un aceite nutritivo durante la ducha o baño y, posteriormente, el uso de cremas hidratantes que ayuden a que nuestra piel vaya dando de sí sin anomalías.
Mantener una buena tasa de humedad en el hogar, especialmente durante el invierno, cuando se enciende la calefacción y la piel tiende a resecarse. Para ello, puedes colocar recipientes con agua sobre los radiadores o utilizar un humidificador.
– Modificación del volumen del pecho: puesto que el pecho no contiene ningún músculo, su correcta sujeción depende esencialmente en la tonicidad de la piel. Para preservarla mejor, debes adoptar buenos hábitos desde el comienzo del embarazo y hasta el parto, o hasta el final de la lactancia, de forma que el retorno a la talla inicial, postparto, se haga de la mejor forma.
Se recomienda el uso de productos hidratantes dando diariamente un masaje en el pecho mediante movimientos circulares desde el exterior hacia el interior. El uso de agua fría al finalizar la ducha para tonificar la piel y la realización de ejercicios que fortalezcan los músculos pectorales.
– Para conseguir elasticidad: el crecimiento progresivo de la barriga hace que sea muy molesta la tirantez de la piel, por ello, para ganar elasticidad, nada mejor que cada noche antes de dormir, aplicar un poco de aceite de almendras y notaréis como, lentamente, vuestra piel gana elasticidad.
El uso de aceites esenciales te sorprenderá por sus cualidades, especialmente de algunos menos conocidos como el de Jojoba, del cual ya hablamos en uno de los post de nuestro blog.
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