FITOCOSMÉTICA: Clasificación de las principales sustancias y actividades cosméticas

Se define fitocosmética como el uso de los principios activos de las plantas para cuidado y estética de la piel y el cabello. El uso de unas u otras plantas viene determinado por su actividad fisiológica, que varía de unas plantas a otras, de modo que encontramos plantas para casi todas las necesidades estéticas y muchas de ellas que presentan diversas propiedades simultáneamente. Los ingredientes utilizados por la fitocosmética se obtienen de las distintas partes de las plantas: tallos, hojas, frutos, flores, bulbos, etc…y son seleccionados, purificados y tratados durante delicados procesos de elaboración y pueden ser empleados en multitud de formas cosméticas.

Los compuestos responsables de la actividad de las plantas son:

  • Aceites esenciales: Su principal actividad es como antiséptico y cicatrizante
  • Flavonoides: Son antioxidantes, antirradicales y antiinflamatorios.
  • Taninos: Son polifenoles hidrosolubles. Tienen la propiedad de fijarse a las proteínas de la piel mediante puentes de hidrógeno, con lo que se traduce en un estrechamiento de los poros y efecto reafirmante de la piel.
  • Antocianos: Son moléculas muy oxigenadas con propiedades vitamínicas P.
  • Saponósidos: Eliminan el exceso de sebo ejerciendo una acción detergente moderada, y algunos de ellos estimulan los intercambios  por activación de la microcirculación.
  • Lecitinas: Reestructuran el cemento lipídico cutáneo. Son antideshidratantes.
  • Azúcares:
      • Principalmente son la glucosa y la fructosa, pero también levulosa y a veces sacarosa. Su actividad principal es la nutrición celular y la hidratación, por lo que son tónicos naturales.
      • Poliósidos: Principalmente son los derivados algósidos permaneciendo en la piel formando una película que mantiene la hidratación, pectinas se emplean como agentes suavizantes de la piel y los mucílagos  dando lugar a soluciones coloidales que se pueden transformar en masas gelatinosas, impidiendo la deshidratación de la piel.
  • Vitaminas: Se distinguen las hidrosolubles (B y C) y las liposolubles (A,D,E). Su presencia es abundante en los vegetales frescos, pero la conservación o el secado e incluso las técnicas de extracción pueden alterarlas o destruirlas totalmente. Las principales son:
    • Vitamina A, también llamada retinol, es muy sensible a la oxidación. Estimula y regula la división celular, además de favorecer la síntesis de colágeno y reducir la síntesis de las enzimas que intervienen en la degradación de áquel.
    • Vitamina B2, o riboflavina. Su carencia hace que haya una excreción excesiva de sebo en la piel favoreciendo la piel grasa y el acné, por lo que es un excelente regenerador y regulador de la seborrea.
    • Vitamina B3, o nicotinamida, su carencia favorece la piel seca y los cabellos lacios.
    • Vitamina B4, o adenina, es uno de los principales componentes de los ácidos nucleicos.
    • Vitamina B5, o ácido pantoténico, es un activador de la pigmentación y crecimiento del pelo, siendo la vitamina anticaida.
    • Provitamina B5, o pantenol, tiene un fuerte poder hidratante por su higroscopicidad.
    • Vitamina B6, o piridoxina, actúa como regulador del flujo del sebo, y es protector de los rayos ultravioleta en su forma de ácido piridóxico.
    • Vitamina B8, o biotina, interviene  en el metabolismo de los lípidos, regulando la secreción sebácea y con efecto anticaida.
    • Vitamina B12, o cianocobalamina, muy presente en la espirulina, es un estimulante celular.
    • Vitamina C, muy sensible a la oxidación, disminuye la formación de melanina y tiene propiedades despigmentantes.
    • Vitamina E, o α-tocoferol, liposoluble y bastante estable, es una gran molécula de tipo alcohol que forma parte de los insaponificables de los aceites vegetales. Es antioxidante y antirradical.
    • Vitamina F, liposoluble, compuesta principalmente por ácido linoleico, interviene en el tratamiento de las pieles ictiósicas mejorando el estado del cemento lipídico.
    • Vitamina P, compuesta por bioflavonoides, es capaz de disminuir la permeabilidad de los capilares sanguíneos y aumentar su resistencia. Tiene actividad sinérgica con la Vitamina C.
  • Aminoácidos: Se encuentran en los vegetales en forma de amidas, aminoácidos y de proteínas. Intervienen en los procesos de nutrición y reproducción celulares
  • Carotenoides: Son pigmentos vegetales amarillos, naranjas o rojos, liposolubles. Son precursores de la Vitamina A, y el más utilizado es el β-caroteno, extraído de la flor de la caléndula. Posee propiedades cicatrizantes y antiinflamatorias, actuando también como antirradical.
  • Hormonas: Desde hace tiempo los fitoesteroles y más recientemente las isoflavonas son utilizadas con actividad estrogénica. Los fitoesteroles están principalmente en los insaponificables del aguacate, soja o maíz, y las isoflavonas en el lirio o peonías. Todas estimulan la renovación celular que se ralentiza en la menopausia. Las isoflavonas, además, frenan la acción de las elastasas.

 

En función de su actividad cosmética, podemos distinguir:

  • Antiséptico: Esta acción desinfectante se debe fundamentalmente a los aceites esenciales. Las plantas que poseen estas actividades son: Bardana, Caléndula, Hipérico, Hisopo, Ajedrea, Anís estrellado, Nogal, Lavanda, Manzanilla, Menta, Albahaca, Orégano, Romero, Salvia, Serpol, Tomillo, Gayuba, Eucalipto, Canela o Árnica.
  • Calmante: Recomendadas para pieles irritadas o sensibles por su efecto antiinflamatorio o sedante. Destacan entre ellas la Caléndula, Aloe Vera, Eufrasia, Tila o Melisa.
  • Astringente: Ejercen esta acción las plantas ricas en taninos y otros tipos de compuestos como ácidos orgánicos, flavonoides, antocianinas, etc. Sus acciones a nivel de la piel en uso externo son: disminución de las secreciones sebáceas, cierran los poros, reafirman la piel, vasoconstrictoras, descongestivas y antiinflamatorias. Sobre todo se emplean en el tratamiento de pieles grasas. Destacamos el Hamamelis, Nogal, Ortiga blanca, Escaramujo, Rosa roja, Zarzamora, Romero, Salvia, Limón, Menta, Eucalipto o Lavanda.
  • Emoliente: Esta acción la posee los mucílagos, pectinas y almidón. Son capaces de retener agua manteniendo una adecuada hidratación y formando una barrera protectora sobre la piel, por lo que ejercen una acción beneficiosa en las pieles secas, prurito, etc. A destacar: Lino, Malvavisco, Llantén, Borraja, Saúco, Gordolobo, Violeta, Pensamiento, Algas, Camomila, Malva o Camomila.
  • Tonificante: Gracias a los flavonoides o antocianos se produce una acción de estimulación metabólica. Las plantas que la poseen son Ginseng, Centella Asiática o Soja entre otros.
  • Cicatrizante: La cicatrización se favorece con el empleo de plantas con acción astringente (plantas con taninos), antiséptica (plantas con esencia) y antiinflamatoria (plantas con taninos, mucílago, azuleno) o bién con aquellas que contienen sustancias como la alantoína o el asiaticósido y que favorecen la regeneración epitelial: Centella asiática, Milenrama, Manzanilla romana, Caléndula, Cola de caballo, Manzanilla común, Stevia, Agrimonia, Zanahoria.
  • Antiseborréicos: Diversas plantas ejercen esta acción, tales como el Lirio, el Tomate o la Bardana, las cuales además si se asocian con la Árnica son eficaces para los tratamientos del acné.
  • Anticelulíticos: Este efecto se consigue activando las lipasas y transformando los triglicéridos en ácidos grasos libres gracias a los extractos de plantas con importantes bases xánticas (cafeina, theobromina o teína), tales como Café, Té, Cacao, Guaraná etc.
  • Estimuladores del metabolismo cutáneo: Los polisacáridos y yodo de algas marinas como Laminaria o Fucus estimulan las células al provocar un aumento del consumo energético y disminución de las sustancias de reserva.
  • Drenantes y descongestivos: Activan la microcirculación perférica. Destacan el Ginkgo, Centella Asiática o Castaño de Indias.
  • Despigmentantes: Inhiben la tirosinasa, unificando la coloración de la piel. Las plantas más destacadas son la Gayuba (alto contenido en arbutina), Milenrama (con achileíuna, que impide la formación de melanina), Morera (con fuerte acción inhibidora de la tirosinasa), Sofora (blanqueante de la piel) y en general todas las plantas ricas en vitamina C (Limón, Naranja, Acerola etc)
  • Trastornos circulatorios: El Castaño de Indias, Hamamelis, Viña Roja, Centella Asiática, Ginkgo, Hiedra o Rusco aumentan la resistencia capilar y activan el drenaje linfático.
  • Estrías: Son las plantas con propiedades regenerantes y cicatrizantes. Actúan inhibiendo las enzimas que degradan la elastina y el colágeno y favoreciendo la estimulación de fibroblastos. A citar la Centella Asiática, Mimosa Tenuiflora, Aloe Vera, Cola de Caballo etc.
  • Productos capilares: Estimulantes del folículo piloso, son tonificantes del cuero cabelludo. Los más empleados son el Romero, Ortiga Blanca o Caléndula como anticaída; Bardana, Árnica, Limón o Tomate como antigrasa; Capuchina o Bayas de Enebro como Anticaspa o Camomila y Limón para aportar reflejos naturales en cabellos rubios, Henna o Mirtilo para cabellos rojizos, Nogal o Abedul para cabello oscuro y Aciano para tonos claros.
  • Pieles sensibles: Aportan efecto antihistamínico, antiinflamatorio o emoliente por su alto contenido en saponinas y flavonoides. Citaremos la Avena, Borraja, Fresa, Frambuesa, Malva, Loto, Caléndula o Camomila.

 

Existen distintos activos vegetales que se pueden usar con fines cosméticos.

  • El haya ha sido tradicionalmente utilizada para afecciones cutáneas. Se trata de un complejo vegetal rico en péptidos, además de flavonoides, hormonas vegetales y fitoestimulinas, por lo que son muy usados para subsanar la pérdida de elasticidad, sequedad cutánea o marchitamiento de la piel.

Por su parte, el extracto de Ficaria Ranunculoide está especialmente indicado en pieles sensibles,  por su elevada concentración en saponinas.

  • El extracto de Tomillo y Almorta proporciona un efecto tensor y reafirmante a largo plazo, a la vez que reduce el tamaño del poro y mejora la superficie de la piel.
  • El extracto de nuez es de gran importancia contra el envejecimiento en sus dos vertientes, la causada por factores externos como las agresiones exteriores y la producida por el paso del tiempo. En cuanto a los factores externos, el extracto de nuez protege el campo antioxidante de las células, a la vez que previene las consecuencias del estrés oxidativo, mientras que en el caso de los factores endógenos, estimula la proliferación de queratinocitos y aporta actividad anti-elastásica (enzima encargada de la degradación de las fibras elásticas).
  • El extracto de tejidos embrionarios de la Soja aporta en un producto vegetal las características de los extractos placentarios. Contiene una alta concentración de bioestimulinas vegetales que aumentan las defensas del organismo, así como mejoran la respiración de los tejidos, favorecen el crecimiento de los cabellos o, gracias a sus péptidos, constituyen un medio de nutrición de las células.
  • El concentrado de Naranja, con un alto contenido en vitamina C fresca y vitaminas B, ácido fólico, flavonoides o ácido cítrico entre otros, actúa frenando el envejecimiento cutáneo.
  • Por su parte, la Centella Asiática presenta un alto contenido en derivados triterpenoides saponínicos y sus usos son tanto farmacológicos como cosméticos. En el mundo de la cosmetología se emplea para los problemas relacionados con la piel. La Centella Asiática forma parte de numerosos tratamientos de belleza destinados a mejorar la hidratación, retrasar la aparición de arrugas y renovar los tejidos

 

Manuel García Lara

Técnico responsable de producción en Arahí

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