Cuando las temperaturas caen las defensas naturales de la piel piden máxima protección para evitar deshidratación y descamación. Resulta imprescindible usar faciales con fórmulas que reparen, pero que al mismo tiempo nutran la dermis.
Te damos una serie de consejos para que protejas tu piel contra el frío:
- Hidratación externa: Vital proteger la piel de la cara con una crema fría que ayude a combatir la pérdida de lípidos de la epidermis. En general, los dermatólogos aconsejan cremas que contengan parafina, glicerina, aceites e ingredientes como el coco, karité y jojoba.
Arahí tiene disponible una crema facial para cada tipo de piel:
- Aloe vera con FPS: reparadora, primeras pieles, regulador de la grasa. Con aloe vera, bífidus, jojoba y Vitamina N.
- Rosa mosqueta con FPS: regeneradora, clarificante y reafirmante, piel muy seca o madura. Con colágeno, karité y vitamina C
- Argán con FPS: nutritiva, todo tipo de piel, inclusive la grasa, seboreguladora. Con pepino, hialurónico, sáuco y Vitamina E
- Vid roja con FPS: antioxidante, piel mixta. Con fermento de bífidus, extracto de vid roja, vitamina E y N
- Noche: altamente reafirmante, piel seca o madura. Con ginko, rosa mosqueta y centella asiática
- Importante la alimentación: Para proteger la piel desde el interior, durante el invierno debes de consumir muchos líquidos. Bebe agua, pero también té, infusiones de hierbas y zumos naturales. Al hidratarte más, verás mejoras (incluso) en la piel.
- Sin pasarse de limpios: Ten cuidado con el tipo de productos faciales que utilizas para tu rutina diaria. Aquellos que son muy agresivos, desengrasantes y con mucha espuma, secarán aún más la piel. Para la limpieza, lo ideal es usar aguas como las que también ofrece Arahí en su web.
- Campo vs ciudad: Si vives en la ciudad, usa cremas que tengan también ingredientes para proteger de los factores externos como la contaminación. Si vives en el campo, es también importante que las cremas tenga un factor protector solar alto porque con la nieve aumenta la intensidad de los UV.
- Maquillaje fluido: En lo que a maquillaje se refiere, opta por bases fluidas e hidratantes. Los que son en polvo, al menos que sean especialmente concentrados en nutrientes activos, es probable que sequen más la piel.
- Evita las duchas muy calientes: Este punto puede resultar bastante complicado para quien adore ducharse con agua caliente incluso en verano. El agua demasiado caliente ayuda a privar a la piel de su barrera protectora natural, lo que puede hacer que pierda hidratación y se vuelva más frágil.
- Dormir en condiciones: No es una tontería: dormir bien es un factor muy importante para la piel. Hay estudios que demuestran que entre las 23 h y las 4 de la madrugada, se registra un pico de producción de colágeno, se activa un proceso de desintoxicación y regeneración. La falta de sueño hace que la piel pierda luminosidad. De ahí, que el uso de una crema de noche consiga actuar en el momento en que nuestra piel está más receptiva.
Fuente: 20minutos.es
