Reflexionando en fin de año

Se acerca de nuevo el final del año y es normal que reflexionemos o hagamos balance del año que termina, siempre con propósitos (que muchas veces sólo quedan en eso) para el año que comienza.

Hay épocas del año que propician mucho más este tipo de reflexiones: septiembre cuando empieza el curso escolar y diciembre/enero cuando es inminente el estreno de otro nuevo año.

Por supuesto, mientras estés vivo, siempre habrá nuevas metas que alcanzar y caminos que recorrer, pero merece la pena detenerse en algunos tramos para reflexionar. Por eso, a continuación os dejamos algunas preguntas que pueden ayudar con ese cometido de reflexionar con intención de mejorar, siempre, en el año venidero.

No está de más dar un repaso consciente a todo lo que has desarrollado en estos meses. Puede que te sorprendas, especialmente si eres de los que tienden a poner el foco en lo que queda “pendiente”, sin poder disfrutar plenamente de lo que ya está presente.

Por eso, tanto para bien como para mal, ¿hacemos balance?

#1. ¿Te has dejado muchas cosas por hacer que te habías propuesto 12 meses antes?

#2. ¿Te quedas con la sensación de que estás en deuda con personas significativas para ti?

#3. ¿Qué actividades has llevado a cabo de las que te sientes orgulloso y satisfecho?

#4. ¿Qué te parece tu lista de objetivos alcanzados?

#5. ¿Cuáles han sido los momentos más felices de este año?

#6. ¿Cuáles han sido las situaciones más difíciles a las que te has enfrentado, y qué has aprendido de ellas?

#7. ¿Cuál ha sido tu mayor logro profesional y/o personal?

#8. ¿En qué desaprovechaste la mayor cantidad de tiempo ahora que lo ves con perspectiva?

#9. ¿Y el tiempo mejor invertido, en qué fue?

#10. ¿Qué es lo que más lamentas no haber hecho este año y a lo que le vas a dar prioridad en el próximo?

A veces, nos marcamos objetivos demasiado abstractos, exigentes o generales, y después nos frustramos porque sentimos que no hemos llegado ni a la mitad de la mitad de lo que nos habíamos marcado.

Tal vez ser consciente de esto te ayude a reformular tus metas, de modo que puedas descomponerlas en otras más pequeñas que te garanticen pequeños éxitos con los que luego puedas ir motivándote.

Por otro lado, has de tener en cuenta que uno hace lo que puede, con lo que sabe en ese momento, y quizá no disponías de los recursos, habilidades, conocimientos, estado de ánimo, y/o apoyos suficientes para haber conseguido determinados objetivos.

Ahora que haces este recuento y análisis, puedes utilizarlo a tu favor para ver qué puedes hacer en el siguiente año para lograrlo. ¿Necesitas formarte en algo, que te ayuden, reinventarte, motivarte?

Ánimo con la reflexión, quédate con lo positivo y a por un año nuevo cargado de cosas buenas.

 

Fuente: www.tupsicologia.com

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